viernes, 5 de octubre de 2007

VERDADES OCULTAS

Hola a todos. En nuestra última tarde en Puerto Madryn y mientras esperamos nuestro autobús a BAriloche y sus escasas 15 horas de trayecto, os vamos a desvelar algunas curiosidades de la conducta de la gente e impresiones que nos ha dejado este país hermano.
En primer lugar, una cosa que nos hemos dado cuenta tras el paso de los días es la manera de indicar los lugares que se tiene por aquí. No esperes que te digan la primera a la izquierda, andas 100 metros y giras a la derecha. Aquí sería de la siguiente manera. En primer lugar el interlocutor se situa mentalmente y empieza a indicar con señas: "2 más para allá, sigues derecho la calle, 3 cuadras más para acá y tuerces para alla". Es algo así mas o menos.

En segundo lugar, aquí la gente no conoce lo que es el "suelto". Es decir, cuando vas a comprar algo, primero debes asegurarte de que van a tener cambio una vez hayas adquirido tu producto. Si no lo tienen, como nos ha pasado más de una vez, tienes que ir a otro sitio. Prefieren perder un cliente que cambiarte un billete. Si tienes un poco más de suerte, probablemente te cobren, pidiéndote repetidamente las monedas justas. Si te tienen devolver 5 céntimos se lo cobran regalándote un caramelito. Conclusión, en este país se han acabado las monedas, o las tiene alguien debajo de la almohada por si llega otra crisis.

Por supuesto, el tema de la conducción. Un paso de cebra significa matar al peatón y los semáforos de los cruces se encuentran una vez pasado el cruce, no antes de llegar, lo que confunde un poco al principio.

El tema alimenticio es otro cantar. Los sándwiches que preparan en los bares son sin corteza, es decir, sólo miga de pan. Los llaman sándwich de miga, obvio. La cerveza más pequeña es de medio litro, por lo que todo el mundo consume litronas hasta para almorzar. ¿el pescado? Ese gran desconocido. El aceite es de girasol, o si tienes suerte de maíz... aguachirri. A las fresas las llaman "frutilla" y a los melocotones "duraznos". Nos lo hemos aprendido ahora que sólo nos queda 1 semana aquí. Los zumos son licuados y los cortados (de café), jarritos.

Los perros abundan por las calles y cuando no van solos los lleva el cuidador (que hoy nos hemos enterado que ganan una fortuna). Hasta en el último hostal tienen un bicho enorme llamado "Julián".

Lo de las tiendas punto y aparte. Kioskos llenos de chuches, comida, artículos de todo a 100, en Buenos Aires kioskos en las aceras de cada esquina, con una cuidada y amplia selección de revistas de "dudoso gusto".

En fin, una pequeña muestra de lo que nos encontramos en nuestro día a día... más adelante os contaremos la forma de vida, trabajo y demás impresiones que nos estamos llevando.

PD. VIVAN LOS ALFAJORES, QUE GRAN DESCUBRIMIENTO!!!!

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